A la hora de manejar aguas residuales -y convertirlas potencialmente en agua reutilizable para su hogar o negocio- es importante conocer los distintos sistemas disponibles y saber cómo encajan en el entorno actual y en las normas ambientales recientemente actualizadas.
En este blog, desglosamos datos sobre algunos de los sistemas más comunes y explicaremos por qué las PTAR (plantas de tratamiento de aguas residuales) TIM AT son su mejor opción para cumplir con los cambios a la NOM-001-SEMARNAT-2021 que requieren su atención ahora.
En este blog, consideramos tres tipos de sistemas de tratamiento de aguas residuales: El biodigestor de Rotoplas, las fosas sépticas y nuestras plantas de tratamiento de aguas residuales TIM AT. Hoy en día son los sistemas más comunes en México para hogares y negocios, especialmente para aquellos casos que no hay posibilidad de conectarse a un sistema de alcantarillado.
¿Qué es un biodigestor?
En sentido estricto, un biodigestor es un tanque de fermentación donde los residuos orgánicos -como el estiércol o incluso los restos de comida- se descomponen para crear biogás, que puede utilizarse como fuente de energía. Los restos de este proceso pueden convertirse en biofertilizantes. También es posible que oiga hablar de los biodigestores como fosas sépticas prefabricadas. Aunque los biodigestores son útiles para la producción de gas a partir de desechos orgánicos con el fin de utilizarlo en la cocina o similar, no es una solución eficaz para tratar las aguas residuales domésticas.
¿Qué es una fosa séptica?
Las fosas sépticas son contenedores subterráneos herméticos que pueden ser construidos, de plástico o fibra de vidrio. Se encuentran sobre todo en casas que no están conectadas a un sistema de alcantarillado. Ayudan a tratar las aguas negras domésticas, aguas residuales que proceden de inodoros y que contienen desechos humanos. Este tipo de agua requiere tratamiento antes de que pueda devolverse al medio ambiente de forma segura. En los sistemas sépticos, las aguas negras se someten a un tratamiento primario mediante un proceso anaeróbico, pero su eficacia es limitada, requieren filtración o tratamiento adicional para garantizar la seguridad ambiental. Este sistema de tratamiento adicional puede ser un campo de lixiviación, también llamado campo de oxidación o de infiltración. El campo de infiltración recibe la parte líquida contaminada de las aguas negras y la trata mediante procesos naturales como los microorganismos que se encuentran en el suelo, la filtración a través del sustrato del suelo y las raíces de las plantas que consumen los nutrientes que suelen encontrarse en las aguas residuales (nitrógeno, fosfatos y compuestos químicos de estos últimos).
En pocas palabras, una fosa séptica es ideal para zonas aisladas, con terreno suficiente para instalar un campo de infiltración del tamaño adecuado. En México casi nunca se instala un campo de lixiviación arriesgando la contaminación de las aguas subterráneas tanto para los seres humanos como para el ecosistema.
¿Qué es una planta de tratamiento paquete (PTAR)?
Una planta de tratamiento de aguas residuales paquete son sistemas prefabricados diseñados para tratar pequeñas cantidades de aguas residuales de hogares o empresas sin acceso a un sistema de alcantarillado municipal. Estos sistemas funcionan mediante procesos similares a los de las depuradoras municipales de mayor tamaño, pero de forma más compacta y simplificada. Una gran ventaja de nuestras PTAR TIM AT es que proporciona un nivel de limpieza más exhaustivo utilizando dos etapas de tratamiento biológico en un sistema compacto: una con poco oxígeno (anóxica) y otra con mucho oxígeno (aeróbica), que juntas ayudan a descomponer los residuos de forma más eficaz.
Esencialmente, con nuestra planta de tratamiento de aguas residuales TIM AT, tanto los residuos sólidos como los líquidos se tratan en una sola unidad que ahorra espacio, produciendo agua limpia que es segura para usos no potables en el hogar, cómo regar las plantas, descargar los inodoros, trapear, lavar la ropa, lavar el coche y mucho más.
Cumpliendo con la nueve ley.
La NOM-001-SEMARNAT-2021 ya está plenamente vigente en México. Para nosotros, lo más importante del lenguaje utilizado en la nueva ley es que, por primera vez en su historia, esta revolucionaria ley ambiental considera la contaminación real causada por fosas sépticas y biodigestores a las aguas subterráneas adyacentes, suelos y zonas costeras. La ley hace esto reconociendo e introduciendo los suelos cársticos, un tipo de suelo que tiene una alta tasa de percolación, que se refiere a la velocidad a la que el agua fluye a través del suelo. Muchas regiones costeras, prácticamente toda la península de Yucatán, tienen un subsuelo cárstico definido geológicamente. Esto significa que el agua de escurrimiento y cualquier contaminación en ella proveniente de biodigestores y fosas sépticas puede filtrarse rápidamente a nuestras ya vulnerables fuentes de agua y suelo.
Hemos observado los efectos de esta contaminación en todo México y el mundo, donde aguas residuales no tratadas adecuadamente provocan eutrofización, un fenómeno que sucede cuando un cuerpo de agua superficial se sobrecarga de nutrientes (como de fertilizantes o fugas de fosas sépticas). Estos nutrientes hacen que las algas y las plantas crezcan rápidamente, lo que suena bien, pero en realidad perjudica la calidad del agua. Cuando estas plantas mueren, absorben el oxígeno del agua, matando a los peces y otras formas de vida acuática, en el peor de los casos predominan cianobacterias, también llamadas algas verde-azules, que pueden producir toxinas que enferman a las personas y los animales. ¿Cuál es el resultado? Un agua turbia, maloliente, inutilizable y perjudicial para el ser humano y el medio ambiente. Por eso, elegir el sistema de tratamiento adecuado es fundamental para proteger nuestras fuentes de agua.
En resumen, en México ya no se deberían instalar biodigestores ni fosas sépticas. Esto aplica tanto para construcciones existentes como nuevas. En TIM practicamos un enfoque holístico para la reutilización y el reciclaje del agua, por lo que, por supuesto, vemos la nueva ley como un paso positivo en la dirección correcta hacia la protección de nuestros preciados suelos y costas, y que mueve a la gente hacia el uso de sistemas eficaces y accesibles como nuestra PTAR.
¿Por qué la PTAR de TIM es la solución?
En TIM, nuestras Plantas de tratamiento de aguas residuales paquete (PTAR) están diseñadas para responder a los retos medioambientales actuales, respetando al mismo tiempo las normativas más recientes. Nuestra línea AT, por ejemplo, es perfecta para hogares o pequeñas comunidades, con modelos que van de 2 a 225 personas en uso residencial. Son compactas, fáciles de instalar y sencillas de manejar, sin necesidad de conocimientos técnicos. El mantenimiento es mínimo, y el equipo de TIM ofrece asistencia completa durante todo el proceso. Lo mejor de todo es que las plantas PTAR de TIM garantizan que el agua tratada no dañará el medio ambiente, no desprende malos olores y podrá reutilizarse de forma segura en aplicaciones no potables.
ESTAMOS AQUÍ PARA AYUDARLE
Póngase en contacto con nosotros para concertar una reunión. Estamos aquí para ayudarle a establecer una estrategia para la transición de su casa existente, negocio o nuevas construcciones para implementar la planta de tratamiento de agua adecuada que cumpla con las nuevas normas ambientales de hoy.
